Los resultados de las elecciones andaluzas y asturianas, han vuelto a poner en circulación el concepto manido y sin contenido claro de la "política de izquierdas" .
Siempre que lo oigo por la radio, o lo leo en los periódicos, me sorprendo a mí mismo preguntando en voz alta a un imaginario interlocutor, que me lo explique, que me enumere qué quiere decir. El PSOE, enmarcado en la socieldemocracia europea, no ha sido ni es, la no-política llevado a cabo en la era Zapateril. Los socialdemócratas, aunque en alguna ocasión se han contaminado de las políticas liberales, llevan grabado en su ADN, la necesidad de un cierto equilibrio entre las desigualdades de los ciudadanos. Un método que solo funciona cuando hay mucha riqueza o crecimiento. Pero resulta, que los partidos conservadores o liberales, también entienden este modelo como válido, porque es el único que parece funcionar sin fuertes confrontaciones o desequilibrios sociales. Como ya he dicho, esto funciona siempre que el Estado sea próspero, o con un presupuesto suficiente como para que exista un redistribución de la riqueza razonable y con sentido común.
Pero este no es el caso en nuestro país. La crisis, es la falta de fondos para una redistribución, que siga soportando una razonable distancia entre "ricos y pobres". Aquí es dónde los dos partidos; PSOE y PP, se encuentran ante modelos teóricos diferentes. Para el PSOE, el manual dice, que el crecimiento tiene que ser apoyado por el Estado, a través de la educación y de la inversión pública. Los liberales confían más en la gestión y en la iniciativa privada, como motor de la creación de riqueza.
El problema viene, cuando ambas teorías se encuentran con la imposibilidad de hacer nada, ante la falta de liquidez, y la abultada deuda que hay, tanto privada coomo pública. ¿La solución pasa por el recorte de gastos? Parece que sí, pero si tuviesemos la posibilidad de mirar con lupa los gastos del Estado, seguro que cada uno de nosotros, meteríamos la tijera en distintos apartados.
Es constatable, que hasta las empresas privadas de este país, cuando están en tiempos difíciles, recortan gastos, pero lo hacen sin muchas consideraciones. Esto significa que cortan por lo sano, sin tener en cuenta que muchos de esos "gastos", son "inversiones", aunque en los estados contables no se denominen así.
En este punto el PP, ha decidido el recorte de gatos, y el PSOE, desde la barrera, ahora reclama que solo recortando gastos no se crece; cierto. No voy a entrar más en esta discusión, que me parece democrática y sana, pero en el momento que alguién reclama "políticas de izquierdas"... ojo, porque esto huele a radicalismo soviético del siglo pasado.
IU está manejando este discurso, en mi opinión, muy peligroso. Provocar más radicalización de la que ya hay, y no solo debido a los problemas económicos; ZP, en su visionaria ineptitud, se dedicó a desempolvar fantasmas y hurgar en heridas muy sensibles para una sana convivencia implícitamente arregladas en la transición, además de dar cuerda a los nacionalismos egoistas y suicidas, que poco ayudan a encarar tiempos dificiles unidos y con una misma meta.
Frases como; "la tierra para el que la trabaja", "más impuestos para los ricos", "que pague el que más tiene", y otras perlas por el estilo, si bien en un principio son solo eso, frases, se pueden llegar a convertir en un verdadero enfrentamiento social, de imprevisibles consecuencias.
Ahora, tanto en Andalucia como en Asturias, tiene la oportunidad el PSOE de parar los pies a los descerebrados que andan por ahí sueltos, haciendo declaraciones incendiarias y propias de otras épocas. Está en manos del PSOE, mantener un discurso constructivo y una oposición a la altura de su historia y de su ideario político. Nos hace falta a todos, votantes o no del PSOE.
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